izquierdo-mosso / imágenes!! , ideas??
Algunas imágenes de entre las producidas por luis izquierdo-mosso, acompañadas de reflexiones y ocurrencias adecuadas.
lunes, 16 de noviembre de 2020
viernes, 9 de marzo de 2018
Ayer hizo diez años del inicio del último viaje de la
artista italiana Pipa Bacca
( Giuseppina
Pasqualino di Marineo ,1974-2008). una artista que a través de diferentes
medios intentaba mostrar lo mejor de la gente desde una visión feminista. Pero
ni su obra ni el hecho de ser sobrina de Piero Manzoni ( sí, el de las latas de
mierda) pueden eclipsar el desgraciado suceso que se produjo en su última obra.
En la nada casual fecha del 8 de
marzo de 2008 las artistas Pippa Bacca y Silvia Moro salieron de
Milán para realizar la performance “Brides on tour”, en que
las autoras utilizan un formato, el viaje, abundantemente usado en el Arte de
los últimos decenios, para expresar señales de paz, de concordia y, especialmente,
de confianza.
Se trataba en este caso de un viaje hasta Jerusalén
realizado en autostop por las dos artistas vestidas de novia, un traje que
usaban como metáfora y reivindicación de la feminidad como fuente de vida, de
paz, de sensatez.
Durante el azaroso viaje las artistas llevarían el
vestido de novia como único atuendo y los irían reparando con la ayuda de
mujeres de los pueblos por los que pasaban. También practicarían el ritual de
lavar los pies de las matronas de los lugares en que paraban. La acciones y los
documentos producidos durante el viaje se mostraban en un blog y se
mostrarían posteriormente en una
exposición.
La intención manifiesta de la acción era, grosso
modo, llevar unos símbolos de paz a través de “países tocados por la guerra”.
Un viaje que pasaba por Croacia, Bosnia, Serbia, Bulgaria, Turquía, Siria,
Líbano, Palestina e Israel.
En Estambul, el 20 de marzo, las dos artistas se
separaron y continuaron en solitario. Esperaban encontrarse en Beirut a finales
de marzo. De pronto lo inesperado e indeseado se hizo presente con una de sus
caras más detestables: el 31 de marzo Pippa dejó de enviar señales; a través
del uso de su teléfono móvil la policía turca detuvo a un individuo que les
permitió encontrar el cadáver a mediados de abril. Había sido violada y
asesinada en una localidad no lejos de Estambul.
Lo que en Turquía era una agresión a una turista y,
por tanto, una agresión a una importante industria local, en Europa se
convirtió en un pavoroso caso de “inconsciencia artística “.
El titular de El País en la versión digital del 14
de abril de 2008 ( una artista asesinada durante una “performance”) explica
con escrupulosa veracidad que la artista murió ‘durante’ una performance, pero
esto no impidió la interpretación más popular, más desinformada y más cateta de
que la mujer murió ‘como consecuencia de’ una performance, de una acción
artística, de una de esas acciones presuntamente artísticas que la gente no
suele entender y que, en este caso y ¡mira por dónde!, desemboca en la tragedia
más descarnada.
El suceso se convirtió en pasto de periodistas de
formación estrecha, de esos que pueden ser expertos, simultáneamente, en
política de extremo Oriente, la liga mundial de hockey sobre patines y la
sociología de las maras centroamericanas, pero reconocen sin rubor y hasta con
orgullo que no entienden ese ‘arte moderno’. Naturalmente atacaron el tema la
caterva de comentaristas anónimos que escupen en las redes sociales todo lo que
les sale. En el mar de Internet flotan artículos y comentarios que aprovechan
la suerte de Pipa Bacca para llevar el agua a molinos de machismos, racismos y
todos los ismos más reaccionarios, menos benevolentes con el posible futuro del
ser humano. Vamos, que alrededor de este caso crecen como hongos después de la
lluvia pensadores nietzscheanos que, por supuesto, nunca han leído a Nietzsche.
Y, por supuesto, no faltaron los listos oficiales que se
apuntan sin demora a la legión de los que sacuden a la mayoría de formas de
Arte contemporáneo pase lo que pase. Llueva o haga sol.
Un ejemplo paradigmático ,valga la redundancia, es
este artículo del escritor Arturo Pérez
Reverte, donde el académico de la Real Academia Española luce sus
obsesiones con la elegancia que le caracteriza.
El título es “Vístete de novia, y no corras” ( el
Semanal, 07/6/2008 ), un artículo con cinco aguerridos párrafos que
promete emociones fuertes desde el
primero:
“Me van a volver diabético entre tanto gilipollas.
Nunca hubo tal cantidad de soplacirios en la política, el sindicalismo, la
cultura, el feminismo, la sociedad. Empieza a alterarme la salud tanto buen
rollo y buenas intenciones, tanta mermelada a todas horas, tanta propuesta de
besarnos masivamente la boca para que las cosas vayan bien, tanta certeza de
que con demagogia y corderitos de Norit triscando saltarines por el prado
conseguiremos una España, un mundo, un universo mejor y más justo. Eso está
bien para los jóvenes, cuya obligación antropológica, por edad y hormonas, es
batirse en defensa de todo eso y algunas cosas más. En tales lides se desbrava
uno, y con el derroche de energía, si sobrevives a ello, y con la estiba que la
realidad sacude en el morro, al final terminas madurando, camino de la
serenidad, la experiencia y el razonable respeto a ti mismo, a lo que fuiste,
eres y acabarás siendo. Ni más ni menos que la vida, en suma. El trámite
obligatorio.
El maestro Pérez Reverte parece que ha madurado lo
suficiente como para tildar de gilipollas a quienes pretenden mejorar el mundo
de una forma u otra, y, como su red es muy tupida, pesca muchos incautos en
ella, de esos a los que les gusta el buen rollo y las buenas intenciones, las
que sacan de sus casillas al maduro don Arturo, que parece que viviría mejor
entre mal rollo y malas intenciones, especies en peligro de extinción en
esa “sociedad occidental” poblada
por gilipollas que no han madurado “camino de la serenidad, la experiencia y el
razonable respeto a ti mismo”, virtudes que seguro adornan a Pérez Reverte, probablemente
desde su época de reportero de guerra.
Sirva este aperitivo para ahorrarnos el segundo y
tercer párrafos, en los que, más que profundizar, ensancha el ámbito de las
dianas a las que tirar sus flechas de arquero resabiado, y vayamos directamente
a los dos últimos en que , naturalmente,
la buena de Pippa y su trágico fin le sirven como magnífico ejemplo de
su tesis cascarrabias:
“Hay un símbolo reciente de todo eso. Pensaba en
ello hace un momento, cuando empecé a teclear estas líneas:
Pipa Bacca, la artista italiana de treinta y tres años que hace dos meses
decidió viajar, vestida de novia y haciendo autostop, por algunos de los
lugares más peligrosos del planeta, en nombre de la paz, para demostrar, decía,
que ‘cuando uno confía en los demás recibe sólo cosas buenas’.
Lo del traje nupcial, ojo al dato, era ‘metáfora de un matrimonio con la
tierra y con la paz, del blanco y del femenino’;
y lo del autostop, ‘ponerse en manos de otros viajeros y fiarse de la gente’.
Con tales antecedentes, a lo mejor a alguien le sorprende que, a poco de empezar
el viaje, Pipa Bacca fuese violada y estrangulada en la frontera entre Turquía
y Siria por un fulano con antecedentes penales. A otros, que somos unos
cabrones suspicaces y malpensados, no nos sorprende en absoluto. A los sitios
peligrosos se los llama sí precisamente porque hay peligro. Y el principal
peligro se llama ser humano, sobre todo cuando nos empeñamos en creer que los
valores que predicamos en nuestras salitas de estar, discursos políticos y
tertulias de la radio y de la tele, son los mismos que manejan un talibán
cabreado con un Kalashnikov, un africano hambriento con un machete, o cualquier
hijo de puta con pocos escrúpulos y ganas de picarle el billete a una señora.
Por ejemplo. “
Parece que nuestro académico tiene bastante
información sobre algunas de las motivaciones y los símbolos usados en esta
obra artística y está en su derecho de valorar tal obra y sus intenciones como
le parezca, como podría hacer cualquier espectador. Le puede parecer un
discurso absurdo, ridículo, inútil, majara, estrafalario, simplemente tonto.
Pero nunca ingenuo ni suicida.
Es evidente que si la artista no hubiera salido de Milán
para realizar tan ‘disparatada’ performance no hubiera muerto en Turquía. Hasta
don Arturo es capaz de entender que si no vas a Turquía no te violan en
Turquía. También debe saber don Arturo que una mujer puede ser violada en
Milán, en Estocolmo , en Alcorcón o en “cualquiera de nuestras confortables
salitas de estar”. Incluso si no va vestida de novia, si no hace autostop o si
no realiza una acción artística. A no ser que el bueno ( que no ‘buenista’) de
don Arturo piense que no ir a “sitios peligrosos” vestida de novia es una
garantía de no ser violada. Ojalá
fuera esta la solución a un problema denso en todo el mundo, también en la sociedad
occidental, como el del maltrato y abuso sexual sobre las mujeres.
Claro que su austera definición de “sitios
peligrosos” , poblados por gente que no manejan nuestros valores, gentes
como “un talibán cabreado con un
Kalashnikov, un africano hambriento con un machete, o cualquier hijo de puta
con pocos escrúpulos y ganas de picarle el billete a una señora” deja poco
margen para que las mujeres puedan salir ni siquiera de casa. Sobre todo por la
ultima tipología de persona, el de “picarle el billete a una señora”, del que
no parece que haya lugar habitado que se libre.
No es fácil rellenar un artículo tan corto con
tantas contradicciones, errores, prejuicios y ‘boutades’, pero el mismo
académico nos da la clave cuando se autodefine y se incluye entre los “cabrones
suspicaces y mal pensados”. No entraré en lo de la suspicacia, pero lo de
pensar mal parece el combustible del texto. Pensar mal por no aplicar ningún
criterio lógico de los más elementales, por mistificar y confundir la causa de
la violación y asesinato de Pippa con los motivos de su viaje, fueran éstos
cuales fueran, como si el violador y asesino lo fuera por su odio a las
performances del Arte contemporáneo, tan incomprensibles que merecen un castigo
ejemplar.
Piensa
mal el señor Arturo por derivar de esta apreciación errónea una falta de
empatía que le identifica con otros tipos de “cabrones suspicaces”, esos que
tienden a culpabilizar a las víctimas de violaciones. Parece que la madurez, la
serenidad y el respeto a uno mismo que parece que se atribuye el escritor no le
ha librado de pensar, y sentir, como cualquier deficiente moral, que la víctima
es culpable, o inductora por acción u omisión, de su situación, al menos en las agresiones sexuales a
mujeres.
Pensar, pensará mal pero hablar, habla muy claro
cuando en el último párrafo condensa lo que durante todo el articulo quería
decirnos el señor Pérez Reverte:
“Dice el recorte de prensa que tengo sobre la
mesa que a esa pobre chica la mató un turco desaprensivo.
Pero, en mi opinión, el recorte se columpia. La mató la estupidez. La suya y la
de la sociedad occidental, cada vez más idiota y suicida, que la convenció de
que el mundo, en el fondo, es un lugar simpático que sólo necesita un traje de
novia para convertirse en el bosquecito de Bambi.”
Intelectual, muy intelectual.
jueves, 29 de junio de 2017
Se cumplen 40 años de las primeras elecciones democráticas después del franquismo. Hice un pequeño reportaje de aquella campaña electoral en Bilbao: una explosión de mensajes, con todos los niveles de demagogia posibles, en todo tipo de soportes.
Si quedabas parado en la calle más de cinco minutos corrias un serio riesgo de que te pegaran un cartel.
Es lo que pasaba antes del oasis de internet.
viernes, 10 de marzo de 2017
jueves, 22 de diciembre de 2016
miércoles, 26 de octubre de 2016
Participo en una expo colectiva sobre los Exilios, de angustiosa actualidad aunque históricamente habituales.
Millones de europeos, que han olvidado sus no tan lejanas guerras y sus emigraciones forzadas, se vuelven rabiosamente en contra de la ola de gente desesperada que huye de guerras y miserias provocadas en parte por la política de los paises ricos.
Hemos olvidado en Europa que nuestro mejor invento, los Derechos Humanos, sólo se defiende aplicándolos.
El libro, libreta, sin título ni texto, sin márgenes ni páginas en blanco, reune una serie de imagenes de gente moviéndose entre bruma en entornos inhóspitos. Imágenes tomadas de monitor de televisión a principio de los años noventa.
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